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La nieve

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viernes, 15 de febrero de 2013

Studniówka 2013 – 3H



Parece que fue ayer cuando llegaron a esta escuela,  con sus caritas inocentes, preguntándose qué sería eso de estudiar español, qué narices sería eso de hacer un bachillerato bilingüe y esperando, con los ojos muy abiertos, alguna respuesta a sus preguntas en cada clase. Así  fueron y  así los encontramos.

Sin embargo, el fin de semana pasado, de repente y sin avisar, aparecieron otros. Eran las mismas personas, pero tan diferentes…  Ahí estaban ellos, vestidos de gala, convertidos en elegantísimos hombres y bellísimas mujeres. Ahí estaban ellos, tan seguros de sí mismos, de sus proyectos, de sus pasiones. Magníficos.

Por una noche dejaron su posición tras los pupitres para subir al escenario y tomar ellos las riendas de la situación, tomar la voz de una vez por todas. Se atrevieron incluso a coronar a algunos de sus profesores, con diploma y banda sonora incluida; un guiño personalizado que no será fácil borrar de la memoria.
Pero, entre tanta fiesta y entre tanta desconcentración, no os olvidéis de lo más importante: ¡¡sólo quedan cien días para vuestros exámenes de Matura!! Así que, desde este pequeño departamento de español, que es vuestra casa, queremos desearos lo mejor. ¡¡Mucha suerte!!

 prof. Silvia López García










El jueves de grasa


¿A quién no le gustan los buñuelos?  Es imposible resistir la tentación y no comer un buñuelo, por lo menos, el último jueves antes de Cuaresma. Según la tradición, este día en toda Polonia se comen muchos buñuelos, hasta que para conseguirlos en las mejores pastelerías, hay que ser paciente y hacer cola. Sin embargo, un buñuelo tiene 400-500 calorías, dependiendo del tipo de relleno y del tamaño.


  

La sección española también disfrutó de estas delicias, sin obsesionarse por las calorías, y celebró una pequeña fiesta del buñuelo el jueves 7 de febrero. Un día de nieve y frío, un sabroso buñuelo con relleno de mermelada de rosas mejora el ánimo y endulza la vida.




Kto nie lubi pączków? Jest niemożliwym oprzeć się pokusie i nie zjeść pączka, przynajmniej w ostatni czwartek przed Wielkim Postem. Jak nakazuje tradycja, w tym dniu w całej Polsce spożywa się tyle pączków, że aby dostać je w lepszych cukierniach, należy uzbroić się w cierpliwość i stanąć w kolejce. Swoją drogą jeden pączek ma 400-500 kalorii w zależności od nadzienia i wielkości.




Sekcja hiszpańska także rozkoszowała się tymi pysznościami, nie przejmując się kaloriami, i obchodziła małe święto pączka w czwartek 7 lutego. W śnieżny i mroźny dzień, smaczny pączek z różanym nadzieniem poprawia humor i osładza życie.

prof. Małgorzata Dorosz


En España, los buñuelos son un postre típico en muchas comunidades autónomas, y pueden ser tanto dulces como salados. Cada región tiene su propia tradición. Nos sorprende  una  variedad de rellenos y cubiertas para buñuelos. Uno de los más conocidos es el buñuelo de viento que tiene forma de bola, y es especialmente ligero. Hay otro tipo que se llama el buñuelo de crema. Otros buñuelos sin crema son, por ejemplo, los buñuelos del Ampurdán, que tienen forma de anillo.



Buñuelo de calabaza


Además de estos buñuelos dulces, en la península ibérica es muy frecuente hacer buñuelos salados, los más frecuentes son los buñuelos de bacalao, aunque se pueden hacer de gambas u otros pescados, y los de verduras, típicamente de berenjena o de calabacín.



W Hiszpanii pączki są potrawą typową dla wielu regionów autonomicznych i mogą być słodkie lub słone. Każdy region ma swoją własną tradycję. Zadziwiająca jest różnorodność nadzień i dodatków. Jednym z najbardziej znanych typów pączka jest "el buñuelo de viento" (dos. pączek z wiatru), który przybiera formę kuli i jest bardzo mały. Istnieje również inny rodzaj, który nazywa się "el buñuelo de crema" (pączek z kremem). Inne pączki, na przykład "los buñuelos del Ampurdán", mają kształt pierścienia.


Buñuelos de bacalao

Poza pączkami słodkimi, na Półwyspie Iberyjskim dość często podaje się je także na słono. Najpopularniejszym nadzieniem jest dorsz. Pozostałe rodzaje wypełnione są krewetkami lub innymi owocami morza i warzywami, głównie bakłażanem lub cukinią.